martes, 26 de agosto de 2014

Vuelta a la nueva vieja vida

"Retornada" y residente ahora en Madrid, tengo ahora la oportunidad de analizar las cosas desde el otro lado de la barrera. Las diferencias son las mismas pero la perspectiva desde la que se observa puede cambiarlo todo.


Así que he cambiado el codillo por las croquetas de jamón y la Weissbier por el vermouth de los domingos y me he acostumbrado de nuevo a los decibelios españoles, aunque sigo echando de menos toparme a menudo con los Alpes y el espíritu ciclista de Múnich.


Cualquiera que haya vivido fuera llega a sentirse parte de este lugar y quizás se hace más crítico con su lugar de origen, pero en en esencia, nunca olvida sus raíces.







lunes, 18 de febrero de 2013

B de Bertha o B de Berlín

Todos hemos vivido situaciones telefónicas en las que tenemos que deletrear un nombre o una dirección, sobre todo en el mundo laboral.

Por ejemplo, si tuviéramos que deletrear PÉREZ, diríamos algo así como P de Pamplona, E de España, R de Rumanía, E de España de nuevo, Z de zapato (o cualquier cosa que se nos pase por la cabeza).Existe la tendencia de utilizar ciudades para aclarar al interlocutor de qué letra se trata.

Sin embargo en Alemania se emplean nombres propios. Existe un código común que todo el mundo utiliza (claro, quien lo conoce). Aquellos que no conocemos dicho código, utilizamos ciudades, países, marcas de electrodomésticos o lo que haga falta para que nos entiendan.

Así que si alguna vez un alemán al teléfono os pregunta ¿Bertha?, en realidad no os está preguntando por vuestro nombre, sino si la palabra que estáis deletreando contiene una B.